viernes, diciembre 22, 2006

Poemas del Segundo Piso


Toma tu cristo que cuelga de la cruz por un solo brazo y dile secretamente al oido: “Aquí estoy Señor”.


Estaba leyendo Poemas Humanos unas noches atrás, libro que por cierto nunca puedo dejar de repasar cíclica e infinitas veces, y a pesar del tiempo y las innumerables relecturas no llego a comprender del todo, Vallejo es una fuente de simbolismo universal, expresa tantas cosas en sus oniricas lineas que transportan al hombre al fondo del sufrimiento humano. Hace poco leí también que se habia traducido al idioma Inglés la obra completa de César Vallejo y me pareció genial y a la vez preocupante (hasta que leí el informe), que se de el lugar que se merece un personaje tan importante de la literatura mundial. Pero, afortunadamente, las cosas no terminan alli, hace poco tuve la oportunidad de ver, gracias al eMule, la pelicula sueca Sånger Från Andra Våningen (Canciones del segundo piso), del director Roy Andersson, quién se baso en el poema "Traspié entre dos Estrellas", de Vallejo para crear una pelicula que cualquier adicto al cine no comercial, simbólico, surrealista debería ver de manera obligatoria, y porque no, también los seguidores de César Vallejo.




Traspié entre dos Estrellas


¡Hay gentes tan desgraciadas que ni siquiera
tienen cuerpo; cuantitativo el pelo,
baja, en pulgadas, la genial pesadumbre;
el modo, arriba;
no me busques, la muela del olvido,a
parecen salir del aire, sumar suspiros mentalmente, oír
claros azotes en sus paladares!

Vanse de su piel, rascándose el sarcófago en que nacen
y suben por su muerte de hora en hora
y caen, a lo largo de su alfabeto gélido, hasta el suelo.

¡Ay de tanto! ¡ay de tan poco! ¡ay de ellas!
¡Ay en mi cuarto, oyéndolas con lentes!
¡Ay en mi tórax, cuando compran trajes!
¡Ay de mi mugre blanca, en su hez mancomunada!

¡Amadas sean las orejas sánchez,
amadas las personas que se sientan,
amado el desconocido y su señora,
el prójimo con mangas, cuello y ojos!

¡Amado sea aquel que tiene chinches,
el que lleva zapato roto bajo la lluvia,
el que vela el cadáver de un pan con dos cerillas,
el que se coge b un dedo en una puerta,
el que no tiene cumpleaños,
el que perdió su sombra en un incendio,
el animal, el que parece un loro,
el que parece un hombre, el pobre rico,
el puro miserable, el pobre pobre!

¡Amado sea
el que tiene hambre o sed, pero no tiene
hambre con qué saciar toda su sed,
ni sed con qué saciar todas sus hambres!

¡Amado sea el que trabaja al día, al mes, a la hora, ...
el que suda de pena o de vergüenza,
aquel que va, por orden de sus manos, al cinema,
el que paga con lo que le falta,
el que duerme de espaldas,
el que ya no recuerda su niñez;
amado sea el calvo sin sombrero,
el justo sin espinas, el ladrón sin rosas, rosas,
el que lleva reloj y ha visto a Dios,
el que tiene un honor y no fallece!

¡Amado sea el niño, que cae y aún llora
y el hombre que ha caído y ya no llora!
¡Ay de tanto! ¡Ay de tan poco! ¡Ay de ellos!