miércoles, diciembre 28, 2005

2006


Recuerdo las viejas tradiciones familiares cuando era niño, antes de empezar un nuevo año, y veo que aun no han cambiado en mucho. Quiza el que ha cambiado soy yo, y no las tradiciones como era de esperarse. Recuerdo una en especial que era comer un racimo de doce uvas a la medianoche, pidiendo un deseo por cada una de las uvas que comieras. Generalmente yo siempre ingeria mas uvas que la ley tradicional mandaba, pero eso si, siempre guardaba en secreto mis doce queridos, anhelados y muy secretos deseos, en espera que el año venidero y las fuerzas ocultas de la naturaleza me los cumpliesen en el orden que los habia invocado.

Este año, haré una gran excepcion, no comeré doce uvas, no guardare en secreto mis deseos, sin miedo a que no puedan cumplirse, porque se que los deseos no se frustran si uno los comparte, si uno lucha abiertamente por conseguirlos. Este año simplemente quiero pedir las cosas mas simples de la vida, deseo seguir siendo la misma persona que siempre, deseo mantener mi trabajo que tanto me gusta, a tal punto de no llamarlo trabajo, deseo seguir recordando a mis padres con el cariño con el que los recuerdo, deseo recordar aun mas todo lo que me enseñaron, deseo olvidar solo un poco las cosas tristes que vivi con ellos, deseo seguir despertandome tarde y llegar al trabajo aun mas tarde, deseo seguir viendo los ojos de cierta persona y sentir que puedo enamorarme otra vez, deseo que mis amigos siempre esten donde saben estar y que no se vayan nunca y si se van que siempre me recuerden, deseo seguir siendo la misma persona insportable de siempre porque asi me siento mas persona y mas sincero con los demas, deseo que mi gato siga vivo por un par de años mas, deseo que todos sean felices, no la felicidad absoluta si no esa felicidad de a poquitos e intermitente como la vida misma.

A todos uds Feliz 2006 y que se cumplan sus deseos.

Miguel